Hacer un plan siempre es positivo, hasta para nuestra vida cotidiana. Tener un imagen mental de lo que queremos, el tiempo que tenemos y hacia donde llegar, hace que seamos más eficaces y podamos organizar mejor nuestra vida. Pues si queremos realizar una plan de marketing con la finalidad fundamental de aumentar las ventas, tendremos que empezar por planificar. Esto, que resulta tan obvio a simple vista, es, la mayoría de las veces, lo que nunca se hace. Sobre todo porque es un defecto de ser humano confiar en sus intuiciones y en su "olfato"; ¡Piensa las veces que fallamos!
Casi siempre realizamos acciones porque a "mi vecino le funciona", porque "es lo que todo el mundo hace", porque "lo he visto en la tele"... un sin fin de motivos de "peso"...Vamos a poner un ejemplo que nos hará reflexionar un momento: voy a hacer una promoción en mi tienda de 2x1 porque el de la tienda de al lado la ha hecho. Sólamente contamos con esa información y esos datos. NO sabemos cómo le ha ido, porque evidentemente no nos lo va a decir. Entonce me decido a hacerlo yo también. Entiendo que los pasos a seguir son: ir a la imprenta, imprimir 5000 folletos, salir a repartirlos y sentarse a esperar el resultado. Esa es una acción muy corriente del pequeño comercio (¡y del grande!).
Perfecto, vamos a la imprenta con nuestra promoción, y nos cobran 150 euros (precios orientativos extraídos de imprentas de imprentas online). Y nos vamos tan contentos a casa. Ahora hay que repartirlos, con lo que llamo a mis hermanos, sobrino, etc... más o menos unas cinco personas, a las que le darás 1000 folletos para repartir. Claro, que menos que darles unos 20 eurillos por el trabajo. En total serían 100 euros. Bueno, pues después del esfuerzo, resulta que esa noche llueve...pongamos que se salvan 2000 (siendo optimistas). Así, con este reclamo en la mano, llegan a tu tienda 50 personas. De esas 50, sólo le interesa la oferta, cuando visiona el género, a 10. Si cada prenda vale 25... en total has ganado 250 €...¿y cuánto has invertido? 250 €; vamos, ¡comido por servido!
Pero, ¿Qué sucedería si realmente conocieras a esas 10 personas que se han interesado por tu producto, y le enviases la oferta sólo a ellas? Podrías imprimir en tu impresora la oferta, y llevarlas personalmente a sus domicilios. Coste: ¿2 €? Ganacia: ¿250 €? ¿Resulta más rentable? Evidentemente.
Pues esto exactamente son los objetivos que persigue un plan de marketing: en planificar de forma adecuada las acciones para ser más eficaces reduciendo los costes.
Para realizar una buena planificación de las acciones a emprender, antes hay que definir los siguientes puntos clave muy escuetamente para luego ir detallándolo poco a poco:
- ¿Qué?: Definiremos nuestro producto, servicio... con sus virtudes y sus defectos. Entraríamos también a detallar si hemos diseñado algún logotipo, si realmente se adecua lo que queremos transmitir, etc.
- ¿A Quién?: aunque pienses que tus clientes son todos los habitantes de éste planeta, lamento comunicarles que suele ser algo más reducido. Este punto necesita un verdadero conocimiento de tus clientes, sus características, sus gustos, su estilo de vida, sus hábitos...Todos los grandes lo hacen, así que hay que aplicarse el cuento. Se denominan "estudios de mercado".
- ¿Cómo?: en este apartado habría que definir no sólo la forma o la manera en la que está llevando tu negocio, sino cómo lo está haciendo la competencia las fortalezas y debilidades que tenemos, y las oportunidades de negocio que se nos pueden plantear. Tradicionalmente se realiza un análisis DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades). Ésto lo iremos viendo más adelante.
- ¿Cuándo?: todo tiene un lugar en el tiempo y unos plazos que cumplir. Tener un calendario de actividades nos hará ser más eficientes y organizar el trabajo.
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