martes, 12 de marzo de 2013

¿Por donde empiezo?... por un poco de psicología.

Quizás se te pase alguna vez por la cabeza que tú no tienes un negocio para hacer publicidad, o que, aunque empredieras alguna acción de comunicación, no serviría para nada. Seguro que muchas veces has gastado dinero en panfletos, y luego has visto que después de pasarte un día repartiéndolos, una tormeta lo ha estropeado todo...Bueno, pues empieza por quitarte esas ideas ya mismo.

Tú eres la mejor persona que conoces tu negocio, y sobre todo, eres la persona que más confía en él. Empieza por creer en tus posibilidades, y que, si los demás pueden, nosotros también. Tal vez pienses que ésto suena a manual de autoestima, pero está comprobado científicamente que una actitud positiva y un optimismo hacia las cosas nos facilita mucho el camino. Así que empieza a generar positividad.

Lo segundo que debes plantearte es el tipo de negocio que tienes y, sobre todo, como ves a tu empresa en el futuro. Es muy importante tener una visión de hacia donde queremos llegar. Cierra los ojos un momento y visualiza tu empresa de aquí a unos años. No pienses en los errores del pasado, en las meteduras que se cometieron en otro momento. El hecho de que sucedieran en el pasado, no quiere decir que vuelvan a repetirse. Ahora bien, hay que aprender de ellos, sobre todo para no volver a repetirlos.

Otra cuestión muy importante a tener en cuenta es que si tu empresa no va todo lo bien que desearías, no debes responsabilizar a la suerte o a los demás de ello. Si ésto es lo que te pasa a ti, que tengas ese pensamiento  no servirá para solucionar nada. Está claro que la circunstancias de crisis eterna que estamos viviendo no ayudan mucho, pero mirar a vuestro alrededor: hay gente que a pesar de la crisis ponen sus cabezas a pensar y saca sus negocios adelante.  Pensar que todo se debe a un golpe de mala suerte, es pensar que las cosas son incontrolables y por lo tanto no tendríamos capacidad de maniobra, pues...¿Quién puede tiene la capacidad de cambiar la suerte? En cambio, cuando comprendemos que a lo mejor tenemos la principal responsabilidad por la que nos vaya tan mal, trataremos de comprender en qué estamos fallando, cuál es nuestro error, y entonces nos pondremos manos a la obra para darles una solución.

Para una recarga de energía positiva os remito a una ponencia de Emilio Duró, que personalmente me encanta, y creo que puede ayudarte a que entiendas todo lo que acabo de comentar.



http://www.youtube.com/watch?v=FKIkjJOI6Ww

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